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La historia del día de tu boda comienza con la preparación de los novios; este es uno de mis temas favoritos para fotografiar, ya que se puede retratar las emociones de la pareja mientras se preparan por separado para su nueva vida juntos. El servicio continúa mientras capturo a los invitados que llegan, la ceremonia de la boda en sí. Luego, mientras sus invitados están disfrutando de las bebidas en la recepción, los llevamos a la sesión de fotos de la "pareja". Por último, fotografiamos la recepción de la boda y la fiesta de la noche.

Siempre explico a las parejas que fotografiar lo que será el mejor día de su vida no solo comienza y termina con fotos de la ceremonia de la boda y de la pareja en sí. La recepción y la fiesta son especialmente importantes para nosotros como fotógrafos, ya que podemos capturar los momentos en los que los invitados se relajan y se divierten, creando recuerdos mágicos para atesorar para siempre.

La fotografía de pre-boda captura recuerdos preciosos para ambos. Cada pareja tiene sus propias ideas y lugares que son especiales para ellos: trabajaré contigo para sugerirte un lugar hermoso y pasar unas horas tomando fotografías. Un rodaje pre-boda es una gran idea para las personas que normalmente se sienten un poco incómodas frente a la cámara; tendrás una idea de cómo trabajo y te sentirás más relajado y natural el mismo día de la boda. 

Y si, una vez terminada la boda, todavía queréis tener un recuerdo mucho más relajado y en un lugar especial para vosotros, no dudéis en contratar la post-boda.